jueves, 29 de octubre de 2015

  1. Nezahualcóyotl y el Ataque de Maxtla

    El príncipe texcocano tuvo que huir de una feroz persecución. En múltiples ocasiones logró salir indemne de las emboscadas ordenadas por Maxtla. Éste, al no poder dar alcance a su escurridizo oponente, descargó su venganza contra Chimalpopoca y alevosamente lo asesinó, lo cual daría un drástico giro en favor de Nezahualcóyotl, pues los mexicas, indignados, decidieron romper su alianza con Azcapotzalco y nombraron a Izcóatl como su nuevo rey. Esto acarreó que Tenochtitlan fuera sitiada por Maxtla.

    Entre tanto, con gran habilidad diplomática, Netzahualcóyotl consiguió atraerse los favores de otras ciudades descontentas con la tiranía tepaneca y organizó un frente común, cuyo peso principal recayó en los tlaxcaltecas y los huejotzincas. El formidable ejército aliado alcanzó victorias en Otumba y Acolman antes de tomar Texcoco en 1429.
    En seguida Netzahualcóyotl dedicó sus esfuerzos a liberar México y Tlatelolco. En una cruenta batalla, destruyó Azcapotzalco después de un sitio de ciento catorce días. Maxtla murió a manos de Nezahualcóyotl, quien, dispuesto a inaugurar una época de esplendor en el Valle de México, consiguió sellar un pacto confederal con Itzcóatl, de Tenochtitlan y Totoquiyauhtzin, señor de Tlacopan, pacto conocido como la Ēxcān Tlahtolōyān.

     

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